El cineasta experimental Harry Smith destacó durante la década de los años cuarenta y cincuenta por ser uno de los cineastas experimentales especializados en la animación abstracta, realizada sobre el propio celuloide. La inquieud de Smith por crear secuencias pictóricas en movimiento empezó cuando observó en 1946 las series “Art in Cinema” del San Francisco Museum of Art. Algunas películas de Oskar Fischinger de la época y otras de los los hermanos Whitney, pioneros de la animación por ordenador, tuvieron una influencia decisiva en la concepción cinematográfica de Smith. La geometría gestual y expresionista de animaciones como Early Abstractions Films Nos. 1-3 (1946-1949) tenían como acompañamiento las música jazzística, desenfrenada, del trompetista Dizzy Gillespie. “I had a really great illumination the first time I heard Dizzy Gillespie play. I had gone there very high, and I literally saw all kinds of colored flashes. It was at that point that I realized music could be put to my films” (1). Sus filmes entraron de lleno en la categoría de Música Visual por las cualidades sinestésicas de las tonalidades cromáticas colocadas junto a composiciones musicales del mundo del jazz y de la cultura pop (de Thelonious Monk a los Beatles). Posteriormente se adentraría en las animaciones de recortables en Heaven and Earth Magic y en el uso de dobles exposiciones y efectos de laboratorio en Late Superimpositions.
El aspecto más influyente de este personaje extravagante fue la compilación de música folk americana que realizó el año 1952 bajo el título de Anthology of American Folk Music (editado por el sello Folkways). (via)
"Early Abstractions" (1946-57), Pt. 1
"Early Abstractions" (1946-57), Pt. 2
"Early Abstractions" (1946-57), Pt. 3
"Early Abstractions" (1946-57), Pt. 4
"#11 mirror animations" (1957)
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