Hayao Miyazaki

Desde joven supo que se dedicaría al negocio de su padre. Cursó estudios de ciencias económicas, sin embargo, en la década de los 60 comenzó a trabajar en Toei con el cargo de intercalador (encargado de dibujos entre movimientos). Con el tiempo se convirtió en secretario en jefe del sindicato, donde conoció a Isao Takahata, gran amigo que luego sería colega en el estudio Ghibli.

Miyazaki fue ganando más responsabilidades en sus primeros años de trabajo, lo que lo lleva a colaborar con Isao Takahata en los anime Heidi y Marco para el estudio Zuiyô Enterprise, que más tarde se convertiría en Nippon Animation, en los 70s. También participa en la obra Ana de Las Tejas Verdes. En 1978 dirige su primera serie Conan el niño del futuro y en 1979 su primera película El castillo de Cagliostro.

Después de crear la película Lupin, Miyazaki tenía desarrollado para anime de su propio estudio. En 1982 el manga Kaze no Tani no Nausicaa (Nausicaa del valle del viento)apareció por primera vez en la revista Animage como fruto de una de esas ideas. Este trabajo le da un impulso a su carrera, al mostrar un estilo diferente de comic infantil al imperante en la época.




Anteriormente sólo había publicado un par de mangas entre ellos Shuna no taby. Mientras Miyazaki no tenía trabajo se había dedicado a trabajar en un manga, que tuvo muy buena acogida por parte de los lectores y se le ofreció la oportunidad de hacer una versión animada de Nausicaa. Este ofrecimiento le dio por fin la oportunidad de realizar su proyecto de un estudio. Junto a Takahata en 1985 abre su propio estudio de animación: el Estudio Ghibli. (via)

Información acerca del estudi Ghibli, Hayao Miyazaki y Isao Takahata en esta web de Hernán J. González




Nausicaa del Valle del Viento



Considerada como la quinta esencia del cine de Miyazaki por la creación de un mundo complejo pero coherente, Nausicaa del Valle del Viento está basada en los dos primeros tomos de un manga que el propio Miyazaki dibujó entre 1982 y 1994. La historia se sitúa en un futuro lejano, después de que gran parte del mundo haya sido destruído en un holocausto nuclear llamado "los siete días de fuego". Los sobrevivientes están divididos en varios reinos que luchan entre sí en torno al Mar de la Corrupción, un inmenso bosque que emite gases venenosos y ocupa la mayor parte del planeta. Nausicaa es la princesa del Valle del Viento, que se encuentra repentinamente inmerso en la guerra entre los reinos. En su afán por salvar su valle de la desrucción, Nausicaa llegará a descubrir el secreto del Mar de la Corrupción. (via)



Nausicaa del Valle del Viento (1984)




El castillo en el cielo (1986)




¿Por qué es tan trascendental Mi Vecino Totoro?

Mi Vecino Totoro fue la salvación financiera del Studio Ghibli, fueron los peluches y demás productos relacionados con la misma los que sufragaron los gastos de las dos grandes producciones llevadas a cabo al mismo tiempo. Como homenaje decidieron poner a Totoro como imagen y logo del estudio de animación. Sin embargo no sólo es la imagen del Studio Ghibli, sino que también representa a un proyecto medioambiental desde hace años.

La producción de Mi Vecino Totoro se realizó junto con la dura película de Isao Takahata, La Tumba De Las Luciérnagas (Hotaru no Haka) en 1988 por Tokuma Shoten. De hecho, podemos ver como los paisajes en ambas obras guardan un parecido más que notable e incluso los personajes del largometraje de Takahata, Seita y Setsuko, representan el lado opuesto de Mei y Satsuki. Kanta viste ropajes parecidos a los de Seita, correspondientes a los años posteriores a la posguerra.



Y sobre los personajes…pudo ser únicamente un personaje. En efecto, Miyazaki pensó en crear a una niña solamente (hay un dibujo en el libro The Art Of Totoro), pero decidió dividir el personaje en dos, Satsuki y Mei. También es destacable el corto que realizó Miyazaki para el Museo Ghibli de Mitaka, Mei and the Kittenbus. Negando que fuese a ser una secuela, Hayao Miyazaki realizó un corto cogiendo a Mei como protagonista, en la que se montaría en un Gatobús hecho a medida. Dicho museo tiene en una de sus salas para uso y disfrute de los niños un peluche gigante del Gatobús.

Hayao Miyazaki dirigió la película y fue también el responsable del guión. También participó personalmente en el diseño de los personajes, como el del Gatobús. La banda sonora original pertenece a Joe Hisaishi y está a la altura de Porco Rosso o Mononoke Hime. (via)




Mi vecino Totoro (1988)





Niki, aprendiz de bruja (1989)





Porco rosso (1992)



Las leyendas que se nos muestran en La Princesa Mononoke, son de una gran belleza, los Kodamas, espíritus primigenios, son las espíritus de los árboles, el "Shishigami", el señor del bosque, es el responsable de los ciclos de la creación y la destrucción, la vida y la muerte, de la devastación y regeneración del bosque. Los Mononokes, son los espíritus animales de los bosques, que protegen con su vida si es necesario, de la devastación producida por los seres humanos.




La película está cuidada al detalle, se tomaron miles de fotografias de los bosques actuales que son patrimonio de la Unesco en japón y se tomaron como modelo. Las indumentarias y peinados de los distintos personajes se dibujaron tomando como referencia dibujos y grabados de la época.

LA Princesa Mononoke exigió tres años completos de duro trabajo para ver la luz, y hubo que utilizar 144.000 unidades hechas a mano -además de las imágenes generadas por ordenador-, creando un nuevo estándar de relato visual para la animación japonesa, una industria muy popular omnipresente en el cine y la televisión. Aproximadamente el 10% de la película ha sido creado por ordenador. Las anteriores películas de Miyazaki estaban hechas completamente a mano; cada unidad utilizada en la película había sido dibujada y pintada a mano por los artistas del estudio. Sin embargo, para esa nueva aventura, Miyazaki decidió sacar partido de las últimas tecnologías informáticas.



El resultado es un movimiento mucho más realista y fluido que en las tradicionales películas de animación . Para los grandes saltos, los choques de espadas y los ruidosos galopes, la cámara adopta un movimiento dinámico que sólo se consigue con la animación a mano, mientras que las imágenes generadas por ordenador ofrecen una espontaneidad y una presencia que recuerda las películas de acción.

A pesar de todo, el utilizar imágenes generadas por ordenador no impidió que Miyazaki evocara con precisión las atmósferas y las emociones, gracias a los colores y los matices de sus dibujos. Para él, el bosque no es un fondo pintado entre otros muchos, sino un lugar repleto de vida, un lugar misterioso y profundo, de una belleza temible y a la vez apaciguadora. Es un sentimiento que Miyazaki ha conseguido plasmar en el bosque de los dioses con forma de animales, un bosque que existió hace muchos, muchos años... (via)






Princesa Mononoke (1997)


"El cine de Hayao Miyazaki: El Viaje de Chihiro -Anatomía de la Obra Perfecta-", por J.P.Bango (via)



Dar con los resortes adecuados para impulsar y, finalmente, dirigir una Obra indiscutible, pertenece más al ámbito de las quimeras que a una realidad posible, ejecutable. Esa capacidad, lo diré otra vez, marciana, sin embargo existe y le pertenece -casi en exclusiva- al bueno de Miyazaki, capaz de captar desde los estudios Ghibli la esencia del mejor cine de aventuras y mezclarlo con ingentes dosis de imaginación ficcionada, sin perder ápice alguno de lirismo, complicidad o empatía. Valores que con envidiable inspiración también recoge El Viaje de Chihiro, si no su mejor película, sí -al menos- la que mejor representa el Cine imaginativo, virtuoso, poético, y recurrente que define buena parte de su cinematografía.

En El Viaje de Chihiro, (Sen to Chihiro no Kamikakushi), 2001. el cineasta japonés se supera a si mismo, quebrando las reglas de la previsibilidad, creando un supramundo deslumbrante poblado por espectros que arrastran sus penas en una casa de baños para dioses; por ríos que se transforman en dragones valerosos al rescate de las niñas perdidas; por adultos devorados por la gula y convertidos en cerdos como escarnio; por trenes que se sienten fantasmas, puentes entre dos caras opuestas de un mundo dominado por la magia y la liturgia; un Mundo de Oz impostado, ¡ay!, donde todo es posible menos el desprecio a la inteligencia del espectador.

Ahí va a parar Chihiro: a esa estancia feérica que otros ven como parque de atracciones abandonado, convirtiéndose en el centro de la rivalidad de dos viejas brujas, hermanas pero enemigas, regentes de un inframundo fantasmagórico donde, sin embargo, todo funciona aleccionado por la cotidianidad. Chihiro vive los últimos estertores de su infancia antes de dar el paso definitivo al mundo huraño de los adultos. Ya no es Dorothy, arrastrada por el huracán hacia un averno de baldosas amarillas, añorante de su casa y su presente, sino Alicia en un mundo maravilloso y surrealista donde nada parece suceder de forma accidental. Tampoco es casual su encuentro con Haku, ese chico con alma de dragón que debe hacer menos dañina su transición vital hacia la adolescencia; crisis que a la buena de Chihiro la sorprende dormitando en un coche que preludia un cambio de residencia, un cambio que les parece del todo punto natural a sus adultos y felicísimos padres y que, sin embargo, lleva aparejado un cambio sumamente trascendental en el modus vivendi de su hija: pronto tendrá nuevos vecinos, colegio y amigos...



Siguiendo similares líneas narrativas a las pergeñadas en los cuentos de Carroll o Baum, la película de Miyazaki juega con la posibilidad de que todo se trate de un sueño (las referencias a los escritos del reverendo Carroll son más que abundantes), percepción que se agudiza cuando el coche de sus padres se aproxima a un bosque fantástico y más allá, cuando toda la familia entra en un túnel no menos misterioso: metáfora de las fauces de una espeluznante bestia cuyo aparato digestivo va a parar a otra dimensión poblada de normas especiales, singularmente variopinta, y cuyo primer designio es perseguir a los humanos, no ya pidiendo que les corten la cabeza, sino haciendo que se olviden de su propio nombre e identidad.

Esta es la subtrama más adulta de todas las que componen este brillante ejercicio de estilo, que, tal y como ocurría en El Mago de Oz, se resuelve -al menos existencialmente- de una manera reparadora haciendo que Chihiro llegue a desear aquello que una vez despreció: una vida cotidiana con sus padres aunque sea en su nuevo hogar.

Chihiro se destaca como la entidad más juiciosa de todas y cuantas pueblan tan curioso lugar y, sin embargo, se ve condenada a desaparecer porque se niega a pertenecer a ese insólito universo. Haku la da de comer, la dice: "debes comer algo de este mundo para que puedas permanecer en él". Y Chihiro come, deteniendo su proceso de desaparición, aceptando sumisamente la parábola de su vida. Sigue siendo una niña, sí, pero ya ha aceptado la regla magna de su nueva existencia: no podrá escapar al crecimiento.

Miyazaki disecciona la mitología del cambio convirtiéndola en un hermoso cuento de brujas para todos los públicos: un viaje iniciático, intemporal, subyugante, donde no hay lugar para el respiro y donde las soluciones imaginativas se suceden incontrolables en dos horas de Cine talentoso y lúcido al compás de la magistral partitura de Joe Hisaishi.

Cinta de animación prodigiosa, de inspiración humanista, de ritmo cimbreante e hiperbólico, capaz de regenerarse continuamente, de reinventarse al calor de un argumento cimentado sobre raciones de gozosa y inagotable imaginación, El Viaje de Chihiro se revela como una obra mayúscula que demuestra que el Cine sigue siendo un incuestionable territorio para el disfrute, una habitación iluminada por una linterna mágica donde consiguen forjar su magia aquellos hechiceros que como Miyazaki son capaces de tejer sobre texturas celulosas alguno de los más inalcanzables de nuestros sueños. (via)




El viaje de Chihiro (2001)



El Castillo Ambulante es un prodigio en todos los sentidos. Tiene un extraordinario y original guión que se basa en el cuento Howl´s Moving Castle de la autora inglesa Diana Wynne Jones quien por cierto era ya una gran admiradora de Miyazaki antes de que adquiriera este los derechos para la película. Esta autora poco conocida en nuestro país, cuenta con más de 40 libros publicados en el campo de la fantasía, es amiga de Neil Gaiman y ha ganado muchos premios por su fecunda obra llena de imaginación y fantasía. Aunque no sea muy conocida, tiene editados en nuestro país títulos como La Conspiración de Merlín y la saga de Los mundos de Chrestomanci.



La animación cuenta con la magia y la maestría a la que nos tiene acostumbrados este genial autor, contando en esta ocasión para las escenas de 3D con nada menos que con el Studio Gonzo. ((Miyazaki ha decidido finalmente entrar en la era digital, pero manteniendo unos niveles de calidad y su propio estilo de hacer las cosas. Simplemente ha encontrado una nueva y prodigiosa herramienta para mostrarnos sus sueños.
La música, como no podía ser de otro modo cuenta de nuevo con la batuta del genial Joe Hisaishi. Un maestro del que poco podemos decir a estas alturas, ya que son conocidas de sobra sus abundantes contribuciones en las películas de Miyazaki así como su carrera como compositor por derecho propio. (via)






"El castillo ambulante" (2004) Extenso comentario de la película en trendesombras





Ghibli en español.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

genial publicacion